sábado, 18 de junio de 2011

INVESTIGACION SOBRE HOMERO

Homero es el literato más famoso de la época arcaica, de la llamada Edad Oscura.
Poco se sabe de su vida, incluso si era un poeta o varios, pero los griegos en mayoría lo consideraban un solo poeta, y aunque no se sabía dónde había vivido, la isla de Quíos se atribuye el haber sido cuna de este legendario vate.
Los poemas épicos homéricos son La Ilíada y La Odisea, las dos grandes epopeyas de la antigüedad griega, poemas en que aparece una sociedad de reyes y de nobles, grandes terratenientes y poseedores de numerosos rebaños, quienes llevaban una vida de esplendor y de luchas, enfrentamientos y batallas.
El nombre de Hómēros es una variante jónica del eólico Homaros. Su significado es rehén, prenda o garantía. Hay una teoría que sostiene que su nombre proviene de una sociedad de poetas llamados los Homēridai, que literalmente significa ‘hijos de rehenes’, es decir, descendientes de prisioneros de guerra. Dado que estos hombres no eran enviados a la guerra al dudarse de su lealtad en el campo de batalla, no morían en éste. Por tanto se les confiaba el trabajo de recordar la poesía épica local, para recordar los sucesos pasados, en los tiempos anteriores a la llegada de la literatura escrita.
También se ha sugerido que lo que podría contener el nombre Hómeros es un juego de palabras derivado de la expresión ho me horón, que significa el que no ve

En la figura de Homero confluyen realidad y leyenda. La tradición sostenía que Homero era ciego y varios lugares reclamaban ser su lugar de nacimiento: Quíos, Esmirna, Colofón, Atenas, Argos, Rodas, Salamina, Pilos, Cumas e Ítaca.
Investigación moderna
Se considera que la mayor parte de las biografías de Homero que circularon en la antigüedad no contienen ningún dato seguro sobre el poeta. Sin embargo, suele admitirse que su lugar de procedencia debió ser la zona colonial jónica de Asia Menor, basándose en los rasgos lingüísticos de sus obras y en la fuerte tradición que lo hacía proceder de la zona.9 El investigador Joachim Latacz sostiene que Homero pertenecía o estaba en permanente contacto con el entorno de la nobleza.10 También persiste el debate sobre si Homero fue una persona real o bien el nombre dado a uno o más poetas orales que cantaban obras épicas tradicionales.
Obras que le fueron atribuidas
Además de la Ilíada y la Odisea, a Homero se le atribuyeron otros poemas, como la épica menor cómica Batracomiomaquia (‘La guerra de las ranas y los ratones’), el corpus de los himnos homéricos, y varias otras obras perdidas o fragmentarias tales como Margites. Algunos autores antiguos le atribuían el Ciclo épico completo, que incluía más poemas sobre la Guerra de Troya así como epopeyas que narraban la vida de Edipo y guerras entre argivos y tebanos.
Los historiadores modernos, sin embargo, suelen estar de acuerdo en que la Batracomiomaquia, el Margites, los himnos homéricos y los poemas cíclicos son posteriores a la Ilíada y la Odisea.
Datación
Testimonios antiguos
La mayor parte de la tradición expresaba que Homero había sido el primer poeta de la Antigua Grecia. Heródoto, que cita varios pasajes de la Ilíada y la Odisea, dice que Homero vivió cuatrocientos años antes que él, por lo que se situaría en torno al siglo IX a. C. Por otra parte, Helánico de Lesbos dijo que Homero había sido contemporáneo de la guerra de Troya; Tucídides lo situaba unos 60 años después de ella y Eratóstenes sostenía que debió vivir un siglo después.11 Otros autores antiguos consideraban que Homero era contemporáneo de Licurgo o de Arquíloco.
También en la antigüedad se discutía acerca de la relación cronológica entre Homero y Hesíodo. Jenófanes, Filócoro y Eratóstenes pertenecían al grupo de los autores que situaban a Homero con anterioridad a Hesíodo. El Certamen, una obra muy tardía, suponía que eran contemporáneos entre sí. En cambio, la Crónica de Paros y Filóstrato decían que Hesíodo había sido anterior.
Con anterioridad a Heródoto, hubo otros autores que citaron a Homero: Heráclito, Teágenes de Regio, Píndaro, Simónides y Jenófanes. Además, Heródoto recoge la noticia de que el tirano Clístenes había prohibido a los rápsodos competir en Sición a causa de los poemas homéricos, pues estos celebraban continuamente a Argos y a los argivos. Sin embargo, esta última alusión es posible que se refiriera al ciclo tebano y no a la Ilíada ni a la Odisea.
Redacción de los poemas homéricos en el siglo VIII a. C.
Arriba, el fragmento de la inscripción en la llamada copa de Néstor. Abajo, posible reconstrucción de su contenido completo.
La mayoría de los historiadores sitúa la figura de Homero en el siglo VIII a. C., aunque existe controversia acerca de la fecha en la que sus poemas se pusieron por escrito. El hallazgo de una inscripción relacionada con un pasaje de la Ilíada en una vasija de Isquia conocida como la copa de Néstor, datada hacia el año 720 a. C., ha sido interpretada por algunos investigadores como Joachim Latacz como un claro indicio de que en aquella época la obra de Homero ya había sido consignada por escrito. Sin embargo otros autores como A. Heubeck y Carlo Odo Pavese niegan que de la mencionada inscripción puedan extraerse tales conclusiones. Algunos fragmentos de cerámica del siglo VII a. C. que representan un Cíclope cegado por Odiseo suelen interpretarse como influidos directamente por la Odisea. Existen otras obras de poesía arcaica que han sido interpretadas como influidas por Homero, como un poema de Alceo de Mitilene que alude a la cólera de Aquiles y un poema de Estesícoro en el que Helena se dirige a Telémaco para anunciarle que Atenea ha dispuesto su regreso.
Redacción de los poemas homéricos en el siglo VII a. C.
Algunos investigadores defienden que los poemas homéricos fueron puestos por escrito en el siglo VII a. C. Mencionan que de la referencia que hay en la Ilíada a la ciudad de Tebas de Egipto se deduce que ésta fue realizada tras la conquista realizada de esta ciudad por el rey asirio Assurbanipal. Además algunos pasajes parecen referirse a tácticas hoplitas que se cree que tuvieron su origen en este siglo. También se cita la referencia a la ciudad de Ismaro de la Odisea como indicio, pues ésta estaba de actualidad en el siglo VII a. C. No creen que la redacción de los poemas fueran tampoco posterior porque consideran que hay suficientes referencias iconográficas y literarias para sostener que antes del siglo VI a. C. ya se conocían los poemas homéricos por escrito.12
Redacción de los poemas homéricos en el siglo VI a. C.
Hay una corriente de investigadores que sostiene, en cambio, la hipótesis de que los poemas homéricos sólo se pusieron por escrito a partir del siglo VI a. C. Creen que las coincidencias de temas entre los poemas homéricos y otros fragmentos literarios o iconográficos anteriores sólo indican que ambos bebieron de las mismas fuentes orales.
Además, existen algunos testimonios antiguos, como un pasaje de Flavio Josefo, que defendían que Homero no había dejado nada escrito.13 Ya a fines del siglo XVIII algunos historiadores como Friedrich August Wolf consideraban que la primera redacción escrita de los poemas homéricos había sido en la época de Pisístrato, tirano de Atenas. Esta idea fue también defendida en el siglo XX por otros investigadores como Reinhold Merkelbach, que también han situado la primera redacción escrita de los poemas homéricos en el siglo VI a. C. Esta postura es criticada por los defensores de la redacción escrita de los poemas en el siglo VIII puesto que creen que supone confundir la composición escrita de los poemas con la manipulación que sufrieron al ser puestos por escrito en la época de Pisístrato. En contra de las tesis de Wolf ya se manifestó Ulrich von Wilamowitz, en un estudio realizado en 1884, que consideraba que lo que había ocurrido era que la versión realizada en Atenas de los poemas homéricos se había impuesto a las demás.
Controversia en torno a la unidad de los poemas
La escuela analítica ha tratado de demostrar la falta de unidad existente en los poemas homéricos. Fue iniciada por el abad François Hédelin d'Aubignac en su obra póstuma Conjeturas académicas, en 1715 y sobre todo a partir de la obra Prolegomena ad Homerum de Friedrich August Wolf en 1795. Los analistas defienden la intervención de varias manos distintas en la elaboración de cada uno de los poemas homéricos, que además serían producto de la recopilación de pequeñas composiciones populares preexistentes.
Posteriormente, una escuela denominada neoanalítica ha interpretado los poemas homéricos como resultado de la obra de un poeta a la vez recopilador y creador.14
Frente a ellos se halla un punto de vista unitario que sostiene que cada uno de los poemas homéricos tiene una concepción global y una inspiración creativa que impide que puedan ser resultado de una compilación de poemas menores.15
Algunos de los defensores del punto de vista unitario, sin embargo, señalan que las diferencias existentes entre ambos poemas sugieren la presencia de un autor distinto para cada uno de los dos poemas. El investigador clásico Richmond Lattimore escribió un ensayo titulado Homero: ¿Quién era ella? (Homer: Who Was She?). Samuel Butler era más específico, teorizando que una joven mujer siciliana habría sido la autora de la Odisea (pero no de la Ilíada), una idea sobre la que especuló Robert Graves en su novela La hija de Homero.
No obstante, prevalece la postura que defiende que un único poeta genial fue el autor tanto de la Ilíada como de la Odisea.
Modo en que fueron elaborados los poemas
Es objeto de debate el modo en el que los poemas homéricos fueron elaborados y cuándo podrían haber tomado una forma escrita fija.
La mayoría de los clasicistas están de acuerdo en que independientemente de que hubiera un Homero individual o no, los poemas homéricos son el producto de una tradición oral transmitida a través de varias generaciones, que era la herencia colectiva de muchos cantantes-poetas, aoidoi. Un análisis de la estructura y el vocabulario de ambas obras muestra que los poemas contienen frases repetidas regularmente, incluyendo la repetición de versos completos. Milman Parry y Albert Lord señalaron que una tradición oral tan elaborada, ajena a las culturas literarias actuales, es típica de la poesía épica en una cultura exclusivamente oral. Parry afirmó que los trozos de lenguaje repetitivo fueron heredados por el cantante-poeta de sus predecesores y eran útiles para el poeta al componer. Parry llamó «fórmulas» a estos trozos de lenguaje repetitivo.
Sin embargo existe una serie de investigadores (Wolfgang Schadewaldt, Vicenzo di Benedetto, Keith Stanley, Wolfgang Kullmann) que defiende que los poemas homéricos fueron originalmente redactados por escrito. Como argumentos a favor de esta postura señalan la complejidad de la estructura de estos poemas, los reenvíos internos a pasajes que se encuentran situados a considerable distancia o la creatividad en el uso de las fórmulas.16
La solución propuesta por algunos autores como Albert Lord y posteriormente por Minna Skafte Jensen es la «hipótesis de la transcripción», en la que un «Homero» iletrado dicta su poema a un escriba en el siglo VI a. C. o antes.17 Homeristas más radicales, como Gregory Nagy, objetan que un texto canónico de los poemas homéricos como «escritura» no existió hasta el período helenístico.
Geografía homérica
Homero concebía un mundo que estaba completamente rodeado por Océano, el cual era considerado padre de todos los ríos, mares, fuentes y pozos.18
El estudio de las menciones geográficas en la Ilíada desvela que el autor conocía detalles muy precisos de la actual costa turca y, en particular, Samotracia y el río Caístro, cerca de Éfeso. En cambio las referencias a la península griega, con excepción de la pormenorizada enumeración de lugares del catálogo de naves, son escasas y ambiguas. Todo esto indicaría que, de haber sido Homero una persona concreta, se trataría de un autor griego natural de la zona occidental de Asia Menor o de alguna de las islas próximas a ella.
El mencionado catálogo de naves, que es la enumeración de los ejércitos de la coalición aquea, recoge un total de 178 nombres de lugar agrupados en 29 contingentes distintos. Se trata de un catálogo en el que muchos de los lugares geográficos mencionados ya no podían ser reconocidos por los geógrafos griegos posteriores a Homero, pero en el que no se ha podido demostrar ninguna localización errónea.19
En la Odisea, Homero menciona una serie de lugares en la parte que trata de las aventuras marinas de Odiseo de los que la mayoría de los historiadores sostiene que se trata de lugares puramente fabulosos, a pesar de que la tradición posterior trató de encontrar una localización precisa de ellos. En la Biblioteca mitológica de Apolodoro se señala que:
Odiseo, según dicen algunos, vagó errante por Libia, según otros por Sicilia y, según el resto, por el Océano o por el mar Tirreno.
Otro aspecto controvertido de la geografía homérica ha sido la localización de la isla de Ítaca, patria de Odiseo, puesto que algunas de las descripciones de ella que aparecen en la Odisea no parecen corresponderse con la isla de Ítaca actual.
Aspectos históricos de los poemas
Artículo principal: Troya
Rasgos de la sociedad descritos por Homero
Homero describe una sociedad basada en el caudillaje; se trata de una sociedad guerrera en la que cada región tenía una autoridad suprema que habitualmente es hereditaria. Cada caudillo tenía un séquito personal formado por personas que guardaban un alto grado de lealtad. Disfrutaban de una serie de privilegios: las mejores partes en la distribución de botines y la propiedad de un dominio. Tenían una única esposa, pero podían tener numerosas concubinas, aunque hay un caso en el que Homero menciona una situación de poligamia: la del rey troyano Príamo. Las decisiones políticas eran discutidas en un consejo formado por el caudillo y los jefes locales y luego eran explicadas en la asamblea del pueblo. Los caudillos también tenían la función de presidir los sacrificios ofrecidos a los dioses.
Homero describe un tribunal de justicia que juzgaba los delitos, aunque a veces las familias de los implicados podían llegar a un acuerdo privado que sirviera como compensación por el delito cometido, incluso en caso de asesinato.
En las relaciones exteriores era importante la hospitalidad, que era una relación en la que los caudillos o embajadores estaban obligados a ofrecerse mutuamente alojamiento y ayuda cuando uno viajara al territorio del otro.
Entre los hombres libres citados se encuentran los thètes o siervos, que eran trabajadores libres cuya supervivencia dependía de un escaso salario. También se mencionan los demiurgos, que eran profesionales que tenían una función pública, tales como artesanos, heraldos, adivinos o aedos.
La esclavitud también era práctica aceptada en la sociedad descrita por Homero. Los esclavos solían tomarse entre prisioneros de guerra, o bien en expediciones de pillaje. Se citan ejemplos de compraventa de esclavos y de personas que ya habían nacido siendo esclavos. Los amos a veces recompensaban a sus esclavos concediéndoles tierras o una casa. Se cita la posibilidad de que una esclava pueda acabar convirtiéndose en la legítima esposa de su señor.
En cuanto a los valores éticos descritos, se incluyen el honrar debidamente a los dioses; respetar a mujeres, ancianos, mendigos y suplicantes extranjeros y no deshonrar el cadáver de un enemigo muerto. La incineración es el uso funerario que aparece en los poemas homéricos.
La religión era politeísta. Los dioses tenían características antropomórficas y decidían el destino de los mortales. Se realizaban numerosos ritos tales como sacrificios y plegarias para tratar de conseguir su ayuda y protección.
Aunque se conocía el hierro, la mayor parte de las armas eran de bronce. Homero describe también el uso del carro de guerra como medio de transporte empleado por los caudillos durante las batallas.
Influencia de la épica homérica en la literatura griega posterior


La apoteosis de Homero, obra de Jean Auguste Dominique Ingres. Museo del Louvre.
La épica homérica era tan apreciada entre los griegos que fue la herramienta de enseñanza utilizada entre ellos. Además sus versos eran memorizados y repetidos constantemente aunque la gente fuera iletrada, por ello fueron muy conocidos en casi todas las etapas de la historia griega desde la composición de los poemas. La influencia que tuvieron, por su importancia, en otros géneros literarios contemporáneos o posteriores es fácilmente rastreable en la lírica y el teatro griegos.
La vinculación de la lírica a la épica es evidente en temas, influencia de vocabulario “épico” (“homerismos”, arcaísmos conservados por Homero, palabras muy técnicas sobre la guerra etc.), las fórmulas homéricas, los epítetos tradicionales, muchas escenas épicas (aumentadas, cambiadas o satirizadas para dar cuenta de la originalidad del poeta lírico).
Las composiciones de ambos géneros se cantaban ante un público, aunque con funciones diferentes: la épica narraba hechos heroicos del pasado al son de la lira con una lengua elevada y culta; la lírica criticaba, celebraba, veneraba etc. al son de la flauta o la lira.
En sus orígenes los versos épicos eran compuestos y cantados por los mismos autores. Con el tiempo se va separando el autor del ejecutante. En la épica queda un corpus cerrado interpretado por un rapsoda que se limita a ponerlo en ejecución. En la lírica también ocurre, aunque existen “poietés” líricos que componen y que insertan su nombre en las obras conscientes de su autoría, para que, sea quien sea quien interprete sus poemas, hable de él. El autor de épica podía componer lírica, aunque es una circunstancia especial (en la épica hay pasajes que bien podrían identificarse con monodias líricas mencionadas a la manera de la épica).
Las obras de ambos se recitaron en banquetes o fiestas. Se fijaron para ello los poemas por escrito.
Sin embargo el yambo es una parte de la lírica relativamente poco afectada por la épica. Cierto es que se recitaba ante público, pero por lo demás podríamos decir que el yambo es anti-épico. Los temas de la épica muchas veces aparecen totalmente parodiados, su lenguaje no es en absoluto alto, sino completamente contrario y el autor se manifiesta y da datos de sí mismo: el objetivo del yambo es escarniar a otra persona y contar historias realistas de personajes absolutamente antiheróicos

ESTO FUE LO QUE ENCONTRE MAESTRO SOBRE LOS INTERESANTES APORTES DE HOMERO

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